Un mal día lo tiene cualquiera
Una flácida comedia que naufraga en tierra de nadie.
ESTRENOS


Eva Hache se escapa un poco de mi radar, así que cuando supe que esta película era su ópera prima no me generó ninguna expectativa, no sentí nada, ni frío ni calor. Sin embargo, sí que me interesa la obra de Álex de la Iglesia, especialmente como padrino del fantástico español, rol al que ha decidido virar de un tiempo a esta parte. Ya sea bajo el sello The fear collection o sencillamente bajo un Álex de la Iglesia presenta nos ha traído propuestas interesantes, por ejemplo el cine de Eduardo Casanova, que estoy seguro, no hubieran llegado a nuestras pantallas de otra forma.
Aunque si algo tienen en común los productos que salen de la factoría Álex de la Iglesia es que suelen ser tan interesantes como desiguales y un mal día lo tiene cualquiera no es la excepción.
En Un mal día… una confusa Ana Polvorsa interpreta a una cuarentona que la noche antes de presentar sus tesis, cae en una espiral de desgracias al estilo Jó, que noche que vienen una detrás de otra como un castigo divino; ella es una maniática del orden y esto supone un desplante y ruptura total de su mundo y todas estas cosas que ya hemos visto alguna vez.
El lector puede estar pensando que estoy pintándolo de una forma muy básica y que estoy sustrayendo todos sus matices, una especie de síntesis traidora, pero es así tal cual como la película presenta el arco de la protagonista ¿se hace evidente al leerlo en una crítica? Pues más evidente es cuando lo ves una pantalla.
No escribo nada de esto con placer, la película apunta desde el principio, por tono y referentes, a una comedia más sofisticada que lo que nos suele dar nuestra industria y su falta de complejos y la candidez que impregna a todos los personajes la convierten en una propuesta que aplaudo.
Sin embargo, y a pesar de lo mencionado, me da la sensación de que la película nunca termina de tomar vuelo; la dirección correcta de Eva Hache no la salva de un relato fallido en el que un primer acto tosco condena a la película desde sus primeros compases; es una historia que está pidiendo a gritos un guion de hierro, de esos en los que se menciona algo en el minuto 5 que termina siendo crucial en el devenir de los hechos. Para desgracia de todos las situaciones se van acumulando en un guion que se olvida frecuentemente de lo humano, todo se diluye y al final yo no me implico con nada ni con nadie.
Si nos fijamos en lo puramente superficial, es una película que hace honor a su premisa, es cortita y al pie, llena de personajes angulosos y de situaciones alambicadas, en ese sentido creo que no decepcionará. Pero paradójicamente tiene a una ordenada protagonista que se tiene que salir de su zona de confort, pero la película hace lo contrario de lo que predica. Fílmicamente se queda encorsetada en unos esquemas que no se atreve a romper. Una pena. Lo bonito de las óperas primas es la frescura, la rebeldía, el espíritu inflamable que aquí brilla por su ausencia.
Es a todos los niveles una película correcta que me deja exactamente igual que cuando me enteré de su existencia. Ni frío ni calor.
Lo mejor: La promesa de algo más.
Lo peor: lo decepcionante al entregarse a lo convencional.
Te gustará si te gustó: "Jó, que noche" (1985) Dir. Martins Scorsese
Puntuación: