Megalópolis
Hay que verla.
ESTRENOS


Todo el mundo habla mal de Megaolópolis, he llegado a oír “NO LA VEAS”… ¿Disculpa? Jamás se debe decir eso de una película, ni aunque sea Dragon Ball Evolution. Por ejemplo, la Street Fighter de Van Damme es una película denostada por la mayoría… pues a mi me gusta, y si me hubieran dicho que no la viera, quizás habría ignorado la mejor adaptación cinematográfica de un videojuego. Ahora, vamos a hablar de la película de Francis Ford Coppola.
Salí del cine pensando (y sigo pensando) que he visto algo inusual, una película que lo tiene todo y un gran defecto. Eso no suele significar que sea bueno, pero en este caso si lo es. Hace décadas que Coppola llevaba trabajando para hacer esta película y hace aún más décadas que no hace una película buena. Según a quien preguntes, te dirá que su última película interesante fue Legítima defensa, otros, su versión de Drácula, quizás El padrino 3 o Tucker. A mi si me preguntan (que nadie lo ha hecho), diré que Jack. Esa película de Robin Williams que es un niño en un cuerpo de adulto, como en Jumanji o como en Hook… hay un patrón que se repetía en la filmografía del bueno de Robin… La cuestión es que en Jack había una escena en una casa árbol en el que un grupo de niños se peaban en un bote y lo cerraban para encerrar el tufazo y luego ir pasándoselo para abrirlo y olerlo. Esa imagen es cine, y a este enfermo es al que leéis.
Megalópolis es una película que hay que ver como comentaba hace años en la entrada del blog, es una película especial. Que sin todo el lore que le rodea, perdería muchísimo, sí, sin duda. ¿Es entretenida? A ver, diría que sí, pero no, a veces es curiosa, otras impresionantes y otras, aburrida e irritante. Parte de una idea interesante, que como todos sabéis, es la de asemejar el imperio estado unidense con el imperio romano. Realizando una fábula repleta de comedia, que no entiendo porque muchos han dicho que era involuntaria. Megalópolis es una película ambiciosa que lo quería todo, humor, drama shakespeariano, ciencia ficción, metafísica… demasiados elementos y se nota. Es absurdamente irregular. A veces hay secuencias que tiene una realización impresiónate de director superdotado. Por ejemplo, una conversación larguísima entre Kylo Ren y la secretaria de Daennerys, que la cámara cambia a quien encuadra, con mucho ritmo y virtuosismo… y otras unas soluciones cutres como el plano final del que sentí vergüenza ajena. Es una película muy sobrecargada, con muchos y larguísimos diálogos algo tostones alternado con momentos abstractos de calidad cuestionable. Tiene saltos temporales sin explicación, haciendo que una trama sencilla se complique su comprensión. A su sobrecargada temática se añade una sobrecarga estética, muy, muy, pero que muy fea. Más fea que una nevera por detrás… y a la vez atractiva visualmente. A sí ve el ex cacique vinícola la sociedad tecnológica en la que vivimos, sobrecargada, innecesaria, fea… pero útil y épico. No me matéis por lo que voy a decir, pero espiritualmente me recuerda un poco a Starship Troopers de Paul Verhoeven. Por ese universo extraño y su sociedad fría, pero Megalópolis quiere dar valor al amor y no quede en el olvido, algo que no sienta que logre transmitir. Por supuesto, Starship es mejor película que la obra de Coppola.
Tras todo lo dicho, que es todo paja, hay que agradecer al bueno del director de Jack que exista esta película, que se sienta algo distinto, a que sea un meneo en la colmena cinematográfica. Lástima esa cosa negativa que insinué al principio y es… que la película es un poco una mierda. No funciona, te da igual todo el mundo, entiendo que es porque quiere ser fría, pero si es fría, porque se centra tanto en la emoción más cálida que existe como es el amor. El conflicto no me entero si es que el primo de Kylo Ren quiere acabar con él, o quiere ser el alcalde trumpista de esta Gotham CGI de los 90 o es con Gus Fring para que le de los permisos de obra para hacer su Nueva Nueva York de Futurama. Megalópolis me ha dejado claro varias cosas, Adam Driver es demasiado buen actor para elegir hacer cualquier cosa, que Shia LeBeouf ha nacido para ser un villano… y en el cine también. Que Audrey Plaza hay que darle más papeles, que John Voight y Dustin Hoffman siguen (casi) vivos. Hay películas que en conjunto no son buenas, que incluso son malas, pero que tienen momentos que te atrapan, que te interesan mucho, esas películas irregulares que les perdonas lo que no te gustan. Metrópolis quizás en un futuro se vea como una de esas películas, como veo yo Jack con su escena del bote de los pedos.
Lo mejor: Su originalidad en todos los campos.
Lo peor: Que no funciona, ridícula aveces, otras aburrida.
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Nota: