El Llanto

Una buena película de terror con trasfondo feminista.

SAN SEBASTIÁN 72

Rosa Azul

10/20/20244 min read

Como todos sabemos, por desgracia, el cine de terror y de género en general, pero concretamente el cine de terror, siempre ha sido menospreciado por aquellos que conforman el séptimo arte. A pesar de que algunas de las mejores películas de la historia pertenezcan al campo semántico del horror, no dejan de ser vistas con cierto reparo y es muy difícil encontrarlas en festivales de clase A, relegadas a otros de nicho como el Festival de Sitges, sin menospreciar ni mucho menos a este gran festival.

Es por esto que sorprende ver esas pequeñas excepciones, como cuando el film “La Abuela” (2021) Dir. Paco Plaza, se estrenó en el Festival de San Sebastián en sección oficial.

Pero más inaudito es el caso de la película sobre la que hoy escribo; “El Llanto”.

Esta película, también de género, se trata de la primera película de Pedro Martín-Calero, una ópera prima de una persona que nunca había incursionado en este tipo de cine. Y no solo eso es inaudito, sino que ha sido reconocida con el premio a la mejor dirección del SSIFF 72.

Analicemos esta película.

La trama tiene como protagonistas a tres mujeres jóvenes, en distintas épocas y lugares. Desde el Madrid de la actualidad al Buenos Aires de los años noventa. Una chica española, una argentina y una francesa, todas ellas oprimidas por una fuerza maligna en forma de hombre anciano. ¿Quién es esta fuerza maligna? O mejor dicho, ¿Qué representa?

Después de hablar con otros compañeros, llegamos a la conclusión de que el fantasma opresor no es otra cosa que el patriarcado que actúa con violencia contra las mujeres. Lo cual además está muy bien representado por la puesta en primer plano de la sexualidad en las protagonistas.

Podemos ver al personaje interpretado por Esther Expósito masturbarse en un videochat con su pareja, el interés sexual que despierta la estudiante argentina sobre un compañero de clase, y la vida libertina que lleva la joven francesa… todas ellas acaban siendo agredidas y asediadas por el patriarcado en forma de alma insidiosa.

Llama la atención (Y tiene mucho sentido además) que solo las chicas que están sufriendo el acoso puedan percibir a la presencia, en este caso a través de la tecnología, y que nadie más las crea ni las comprenda. Reflejo de como actúa la sociedad ante este tipo de situaciones, ante las víctimas de violencia machista.

También me gustaría destacar que cuando salí del cine tuve la sensación de que más que tratarse de una película de terror se trataba de una película de intriga. Aunque bien es cierto que los amantes del género estarán satisfechos de reconocer algunos clichés propios de películas como las de la saga “Expediente Warren”, me refiero a Jump scares, personajes en lugares oscuros con una pequeña fuente de luz como la llama de un mechero etc.

A mi me parece que está bien dirigida, buscando su propio camino, con agilidad y sin estancarse en ningún momento, con una puesta en escena que aunque parezca plana y vacía gana profundidad cuando emplea el uso de la tecnología y nos deja ver a través de ella. Con esto me refiero a las pantallas de los móviles en los que se ve al fantasma o a la tecnología retro de los noventa que usan los estudiantes de la universidad.

Es cierto que al tratar tres historias paralelas y hacerlo sin intercalar la una con la otra se produce un patrón de repetición que no beneficia al relato. Es decir, volvemos a ver otra vez lo mismo, otra vez la burra da la vuelta al trigo, como diría un profesor que tuve en el instituto…

Por último, decir que lo que no entiendo para nada es la función que cumple el personaje de Àlex Monner, que interpreta al novio de Esther Expósito. No haré spoilers, pero no entiendo por qué sucede lo que sucede con él. Esto para mi es lo peor del film.

En definitiva, una película que creo que es más profunda de lo que parece y agradezco que ponga el mensaje en subtexto y no “dando la turra”. Bien dirigida por Pedro Martín-Calero (A quién me alegro de que le hayan premiado con la mejor dirección del festival) y con otro buen y sólido guion de una de las mejores guionistas de nuestro país; Isabel Peña.

Lo mejor: La dirección.

Lo peor: El personaje de Àlex Monner.

Te gustará si te gustó: “Saint Maud” (2019) Dir. Rose Glass

Nota: